Deformando el sillin

La expedición ramafloja vuelve a los caminos. Pedaladas de libertad nos llevarán a lugares remotos de belleza singular. Con este espacio pretendemos acercar nuestro viaje a la gente de nuestro entorno a través de fotografías y textos. No pretendemos que sea un exhaustivo diario. Así pues, esperamos que disfrutéis del viaje. Larga vida al ramaflojismo

miércoles, diciembre 20, 2006

Pasados los 1000 km




Empezamos a subir y nos llevamos un buen susto... por unos momentos creímos que el camino iba a ser como el tramo arenoso que tanto sufrimos. Pero no. Sólo un susto.
Ese día nos dejaron dormir en un cuarto del templo (iglesia) de un pueblito que consistía en una casa que existía porque allí hay una fuente de agua. Una fuente de vida.



La señora Feli nos atendió estupendamente... ¡¡¡Menudo terremoto!!! Con sus 74 tacos subía y bajaba por las rocas mejor que nosotr@s ... Esta señora descubrió unos petroglifos (dibujos en la roca) preincaicos.



La verdad es que el sitio era precioso. Yo estuve por quedarme allí a vivir.

Era un paraíso... Vacas, pastos, cultivos, frutales,... agua.


Pero seguimos camino. Seguimos subiendo.
El paisaje quedaba encerrado por las montañas. Montañas áridas y con curvas suaves. La vegetación más significativa (o más exótica para nosotr@s ) eran los cactus. Preciosos.


No queríamos ir muy rápido porque en 60 km íbamos a haber ascendido hasta los 4500, y preferimos ir ganando altura poco a poco.
Aquí fue donde los cuenta-kilómetros dieron la primera vuelta... 1000 km.
Tenemos dos mapas y uno es muy malo (poca escala) y el otro es peor (buena escala pero poca definición). No tenemos ni idea de a qué altura estamos exactamente, y el preguntar a los escasos paisanos no ayuda en absoluto.
El caso es que acampamos dos noches en sitios preciosos.
La primera a unos 3600 metros.

Y la segunda (lo dedujimos después) a unos 4000 y pico.

Yo escribo el diario TODOS lo dias...

Esta noche hizo un frío de pelotas. Amaneció la tienda con una capa de hielo, y la botella de 2,5 litros congelada por completo.

Libertad aún así durmió bien. Con dolor de cabeza por la altura pero bien. Pero el pobre Pablo... ¡Ay pobre Pablo! Tuvo que vérselas él solito con todo el ejército de orcos de mordor... Se despertó porque algo muy fuerte y muy raro sonaba fuera. Cada vez se acercaba más y más. Parecía una mala bestia herida. Un toro bravo mugiendo o quizá una tropa de elefantes... “No voy a despertar a Libertad si total... se va a despertar enseguida porque es imposible dormir con este ruido...” Pues la menda siguió planchando la oreja... Motivo más que suficiente para que Pablo duerma mal desde ahora... “Si no se despierta con esto... ¿se despertará cuando nos estén intentando robar silenciosamente las bicis?”
No sabemos lo que fue. Libertad tiene la opinión de que fue un toro que se escapó de las vaquerías del Pedregal y subió, subió y subió, y le dio soroche (mal de altura).

Ya se notaba la altura. Ya se empezaban a ver los picos más de cerca. Vimos los volcanes Sabancaya y Ampato.

Por supuesto… las historias se repiten, y el ser humano es el mas idiota de los seres, y tropieza muchas veces en la misma piedra… Nos quedamos sin agua y sin comida.
En esta ocasión no era tan grave el asunto porque pasaban unos 5 coches en cada dirección al día, y además sabíamos que nos quedaba sólo una jornada de bici y gran parte tenía que ser de bajada. Aún así nos adelantó un coche y le paramos para saber si realmente era bajada y desde qué punto. Ya llevábamos más de 95 km de puerto… que se dice pronto. Nos dieron sin pedírselo mandarinas, plátanos y pan… menuda fiesta…

Desde ahí fue todo cuesta abajo. Llegamos al pueblo. Huambo. ¡¡¡Por fin!!! Allí nos esperaba TODO el pueblo en la plaza… Los tipos que nos adelantaron se lo habían comentado a la gente y al gobernador… Saludamos, jaja, jiji y a la habitación a dormir.
Este pueblo, como todos los de la zona, canalizan agua desde el río colca. Así pueden cultivar y tener ganado.


Al día siguiente, muy a pesar de Libertad que prefería descansar, seguimos camino.

Ya estábamos en el cañón del Colca. Desde la carretera que pasa poco menos que colgada en el cañón sólo se vio el cañón en dos puntos. Puntos que por supuesto se han aprovechado para hacer miradores… Y con los miradores… money money. Menos mal que de vez en cuando se nos pegan las sábanas. En esta ocasión llegamos a una hora bastante indecente al mirador, y cerca de llegar nos cruzamos en el camino con el tipo que cobraba… nos echó el alto y nos quiso cobrar como a estudiantes, pero no tenía tickets… pues lo siento majo… si no hay ticket no hay money y menos aquí… nos lo cobras en el mirador… Bueno pues marchen y punto… Así nos gusta sí señor.
Hay en toda la carretera tres puntos en los que te paran para saber si has pagado. Como buenos ate@s que somos nos saltamos religiosamente los tres puntos por pasar a horas indecentes. Hay que decir que no teníamos ni idea de dónde estaban ninguno de los tres, y que en caso de habernos topado con la ley habríamos discutido el precio muy mucho (un menú cuesta 3 soles, y éstos cobraban 35 soles por ver el cañón…).
Pues el cañón, al principio de nuestro recorrido, es muy profundo. Con unos montañotes enfrente de infarto. Montañas verdes muy muy bastas.

Luego empezó a abrirse y a convertirse en un valle muy cultivado.
Por ahí descansamos. En Chivay. Allí casi se unen a la expedición estos tres terremotos:


A todo esto, nos empezó una diarrea a la vez. Extraño. Aún no sabemos que es, pero puede que tenga un ciclo: cada 3 días, diarrea. En ese caso quedaría claro que es un bicho que se ha adueñado de nuestras tripas…
Y empezó el mal tiempo. Empezaron las lluvias. Es verano aquí, pero el guión dice que tiene que llover en verano.
En estas ocasiones es cuando la expedición ramafloja se replantea el tamaño de sus güevos. La tónica general va a ser esa: lluvias y más lluvias. ¿Qué por qué vinimos aquí? Ni idea. A ver que pasa.
......continuará..........

Aquí van unas fotillos bonitas de la subida




Y un par de fotillos rellenando agua de los canales y potabilizándola... Por cierto... nos dimos cuenta de que las gotas que usamos para potabilizar llevan caducadas desde el 2005... Puede que de ahí vengan las diarreas...


1 Comments:

  • At 6:58 p. m., Anonymous Anónimo said…

    este apartado se merece un comentario a las fotos tan chulas, tambien a los comentarios, oye ,que es eso del sueño de Pablo,acaso una metafora por su dormir tan profundo............
    libres se ve a las niñas, y tanto que terremotos, lo de las botellas de agua esta chulo y las montañas nevadas,volcanes o lo que sean impresiona y gusta,.
    animo y a seguir pedaleando

     

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