Deformando el sillin

La expedición ramafloja vuelve a los caminos. Pedaladas de libertad nos llevarán a lugares remotos de belleza singular. Con este espacio pretendemos acercar nuestro viaje a la gente de nuestro entorno a través de fotografías y textos. No pretendemos que sea un exhaustivo diario. Así pues, esperamos que disfrutéis del viaje. Larga vida al ramaflojismo

jueves, marzo 08, 2007

Km 3179

Hemos hecho cositas.
Desde que volvimos de chile en realidad no levantamos cabeza. La bici no la disfrutamos tantísimo como hasta ese momento. Nos entró la prisa. No nos iba a dar tiempo a hacer todo lo que queríamos y había que decidir qué dejábamos...
En bici salimos de Cachi (el pueblo donde dejamos las bicicletas para ir a Santiago) y llegamos a Cafayate. Este tramo no fue demasiado espectacular. No estuvo mal pero no fue lo que esperábamos.


A Pablo le hubiese gustado hacer un monográfico sobre campos de fútbol que hemos ido viendo a lo largo del viaje. Aquí sale el campo de fútbol más pequeño del mundo.




Quebrada de las flechas. Lo más bonito de este tramo.



Cafayate es tierra de vinos. En realidad por ahí comienzan los viñedos y no acaban por lo menos hasta Mendoza.
No hemos probado el vino todavía.
De Cafayate salimos en bici pero nos encontramos con un tipo que habíamos conocido previamente, y nos dijo que si queríamos nos acercaba a algún lado. Lo que venía eran extensiones de viñas durante decenas de km, y ya habíamos preguntado si salían buses. Le dijimos que sí.
Nos llevó hasta Santa María. De allí pensábamos pillar el bus hasta un pueblo que se llama Belén. Conocimos a dos chicas muy majas. Viajaban juntas y con otros dos chicos.
Una de ellas, con uno de los chicos, su primo, quería llegar hasta México a dedo. Su primo medía casi 2 metros y tenía rastas. Creo que no iban a tener mucho problema. Como dice él: "el problema no es el rasta, sino el tamaño del rasta"
Pues como seguimos apreciando las bicis, no cogimos ese bus. Nos levantamos a las 3 de la mañana, estuvimos a las 3,45 en la estación, llegó el bus, y como las bicis no iban bien (de pie y atadas van mejor que tumbadas y dando botes contra la rueda de repuesto), nos volvimos a la cama.
Al día siguiente hicimos dedo hasta Belén. No nos arrepentimos de hacer dedo, porque el camino era aburridísimo excepto en 10km.


Si, sí... Belén


Y de Belén fuimos a Londres.


Si, sí... Londres


En éste Londres hay unos cactus que si hierves una parte de la corteza durante unas 7 horas y luego te bebes el líquido... flipas en colores. No lo hicimos, pero conocimos a unos que lo iban a hacer y nos explicaron con detalle cómo se preparaba.
De allí, al día siguiente salimos hacia Tinogasta. Esta ruta decidimos hacerla casi que por morbo. Era por una carretera que llevaba cerrada 30 años al tráfico. No vivía nadie y no había agua.
Perfecto para la expedición ramafloja.

La alternativa para ir de Londres a Tinogasta era por una pista perfectamente asfaltada que daba un rodeo de 80kms (no son demasiados).
Tardamos tres días en recorrer los 60km que dura este camino... ¿camino? ¿dónde está el camino?


Km 3179: la E.R. pincha por 1ª, 2ª, 3ª, 4ª, 5ª, 6ª, 7ª y 8ª vez.

Pues eso. Que la pista estaba llena de cactus y pinchamos cada un@ 4 veces.
Pero fue bonito.Y llegamos a Tinogasta. De allí el camino (el actual) se divide en dos, y tienes la opción de seguir hacia el sur, o cruzar a Chile por el paso de San Francisco. Tomamos esta opción.