Deformando el sillin

La expedición ramafloja vuelve a los caminos. Pedaladas de libertad nos llevarán a lugares remotos de belleza singular. Con este espacio pretendemos acercar nuestro viaje a la gente de nuestro entorno a través de fotografías y textos. No pretendemos que sea un exhaustivo diario. Así pues, esperamos que disfrutéis del viaje. Larga vida al ramaflojismo

sábado, febrero 10, 2007

Bolivia

Bolivia fue un poco decepción. No pudimos hacer lo que quisimos porque hacía muy mal tiempo. Lluvias constantes, cielo encapotado… Y tampoco con la gente nos entendíamos.
Pero por supuesto lo pasamos bien.
Salimos de La Paz en bus hasta otra ciudad importante que se llama Oruro. Está a 200 km de La Paz y lo hicimos en bus porque era una carretera aburrida y con mucho tráfico. Allí seguimos con la bici.
Fueron unos 300km bonitos hasta que llegamos a Potosí.

La historia fue muy dura con esta ciudad. Tienen un cerro llamado “cerro rico”. Los españoles en la época de la conquista descubrieron que este monte tenía mucha plata y que había que sacarla a base de vidas de indígenas.
Y así se hizo.
La ciudad huele a azufre. Es un poco gris (vale… también estaba nublado).
Mueren en las minas a día de hoy unas 2 ó 3 personas ¡¡a la semana!!
Una locura.
Lo más chistoso de todo es que hay tours organizados que te llevan a las minas y puedes ver cómo trabaja allí la gente… ¡¡hasta puedes hablar con los mineros!!
¡¡¡YUPIIIII!!!

Antes de llegar a Potosí pasamos por los sitios que se ven en las siguientes fotos.
Entre otros sitios visitamos unas aguas termales.


(esto no lo puede leer mi madre) Cuando hay puertos grandecillos (o pequeñillos) y pasa algún camión muuuuyyyy despacio, esprinto y me engancho. En esta ocasión fueron sólo 400m pero a veces me han subido varios km


Os comentábamos que en Perú y en Bolivia no nos entendemos con la gente.
Un ejemplo:
En La Paz no tomamos una cerveza (la segunda del viaje) y se nos juntó un Boliviano de Potosí. Iba más pedo que Alfredo.
Conversamos con él. Bueno… Pablo intentó conversar con él. Yo no le aguantaba.
Hablamos sobre las minas. Él había sido minero en Potosí. Un accidente laboral le dejó una cicatriz en el dedo.
Decía que le invitásemos a una cerveza. Por supuesto no lo hicimos (no pueden pedirte que invites…era un poco jeta). Nos dijo que él no tenía plata. Que nosotr@s éramos gring@s y que teníamos dinero.
Entonces saltamos.
Le preguntamos que si él en la mina ganaba mucho dinero
_ No. Soy y he sido pobre siempre
_ ¿Y quien gana el dinero que tú produces? El dueño ¿no?
_ El dueño de la mina
_ Ya… Pues en mi país también hay "dueños". ¿Por qué te sientes más identificado con tu jefe (que te explota y se enriquece a tu costa) que conmigo? Nosotr@s en nuestro país no somos ric@s . Si que es cierto que el mundo es muy injusto y gracias a ello nosotr@s podemos viajar por aquí mas fácilmente. Eso es injusto.
Pienso que tú y yo podríamos tener más en común que tú con tu jefe, por mucho que él sea Boliviano y yo gringo… - todo esto lo dijo pablo sirviéndose la cerveza en el vaso-
_ Ya pero mira tu cerveza… tiene mucha espuma. Eso significa que tienes plata.

En fin.

Aprendimos cosas. Nos dijo que si estos países iban mal en gran parte era porque nadie pagaba impuestos. Todo se hace ilegal. Nosotros matizamos que también puede que vayan mal porque el motor del mundo tal y como lo conocemos hoy es la desigualdad. Sin esa desigualdad, la bestia se muere.

Bueno… hasta Potosí la pista fue asfaltada. Desde allí y por unos 200km hasta que llegamos a Uyuni, la pista fue sin asfaltar. Esto significa que si llueve, se embarra, y que si no ha llovido, los coches levantan polvo. De todas formas, llueva o no llueva la carretera está llena de baches. Una foto vale más que mil palabras:


Que la pista no esté asfaltada también significa que te encuentras más en armonía con el paisaje. Que te sientes integrad@... En fin… que estás más feliz.
El paisaje también fue bonito.
En esta carretera nos encontramos con 3 grupos de moter@s:
Uno de California que salió de su casa en moto hacia Usuahia (Patagonia-Tierra del Fuego) con la idea de llegar hasta allí y volver también en moto.
Una pareja de alemanes que pasaban así las vacaciones (un mesecito). La chica decía que quería ir a Irán, y el tipo decía que cuando las ranas tengan pelo (no por cuestiones políticas-raciales-religiosas ni nada de eso).
Un tipo de Sudáfrica que hablaba muy bajito. Éste se recorría Sudamérica en espiral.

En el camino había un pueblo, y en el pueblo una iglesia. La iglesia perfecta para pararse a su sombra a descansar…
Pues no opinaba lo mismo un mocoso.
Nos dice que estaba prohibido descansar ahí en la iglesia.
Mi cabreo fue monumental. Le dije de todo (sin insultar). ¿Para qué está una iglesia si no es para el descanso? De hecho no estábamos dentro de la iglesia sino a su sombra. ¿Me puedes dar esa ley por escrito? Es que no me lo creo…
Pablo, más diplomático, me dijo que me callase. Que no nos costaba nada largarnos a otro sitio.
Menudo capullo (el mocoso).


Nos pilló una tormenta del requetecopón


En estas que llegamos a Uyuni. Un pueblo muy muy muy turístico. Está al lado del salar que lleva su nombre. Un salar es una extensión de sal. Este salar tiene 250x150 km2. Es tochísimo.

Aquí es donde vino la decepción de Bolivia. Lo que nos quedaba de Bolivia era la joya de la corona. Era lo que más nos inspiraba de todo el viaje. Y no pudo ser. Había empezado a llover dos días antes (después de 10 meses de sequía).
Después de dudar mucho decidimos pagar un tour en coche. A tomar esta decisión nos ayudó el hecho de que nos encontramos con Annette, una ciclista alemana que ya conocimos en nuestro camino hacia Ecuador a por las cámaras. Esta supermujer lleva 20 meses en la bici. Empezó en Florida, cruzó los estates, América Central, Colombia, Perú, Bolivia y ahora sabemos que está en Argentina y que piensa acabar en Buenos Aires.


Pues ella lo hizo en coche y dijo que no estaba tan mal. Que con el tiempo que hacía no le apetecía. Que después de 20 meses ya está cansada.
Bueno. Pues efectivamente no estuvo tan mal. Fuimos ya concienciados de lo que era un tour, nos resignamos y lo disfrutamos todo lo que pudimos.
Además la gente con la que compartimos el coche era muy maja: dos argentinas y un brasilero.



Vimos el salar. Si está seco es impresionante. Pero mojado es la hostia. Parece que caminas por la luna o por el cielo o qué se yo:
Desierto de piedras:

Desierto sin más:

Picachos increíbles:


Laguna colorada. El color es por las algas. Cuando hay viento las agita, y con la luz se ven rojas. Lo blanco es bórax:



Géiseres:

Laguna verde:

Flamencos:

Y vuelta a Uyuni.
Estuvo lloviendo tanto en esos días que la carretera que nosotr@s teníamos que coger estaba cerrada. Ni buses ni coches ni a pata ni por supuesto en bici. Sólo el tren podía llegar.
Y un cristo conseguir un billete.
Y encima venden asientos duplicados, y nos tocó ir de pie 3 horas, después de más de 24 horas sin dormir. Pablo casi se abre la cabeza cuando inevitablemente se quedó dormido de pie.
En fin… Ese viaje no se lo deseo a nadie.

1 Comments:

  • At 12:37 p. m., Anonymous Anónimo said…

    este comentario os lo hago de parte dela abuela Teresa, como siempre que publicais algo, se lo imprimo, y asi ella disfruta leyendolo, mirando las fotos y comentandole y enseñando al abuelo todo lo que enviais; pues bien, me ha dicho que le dais mucha envidia, que cree que teneis estar aprendiendo muchas cosas, hasta incluso, al ver las montañas, cree que tambien os aportaran algo para vuestros estudios realcionados con ellas, lo que mas le gusta de las fotos ,es encontraros tan felices y sonrientes, eso le llama mucho mucho la atencion ,con lo cual ella deduce que estais bien con vosotros mismos y le hace feliz, tambien me dijo que si ella tuviera ahora vuestra edad y circunstancias tambien quisiera viajar por el mundo, es mas, sigue con verdadero interes los viajes en bicicleta de otras personas, ahora hay dos viajero@s burgale@s dando la vuelta al mundo en un tandem, ahora mismo estan por brasil y suelen publicar fotos en la prensa o en su pagina elmundoentandem.com , en fin que la abuela Teresa quiere enviaros este comentario para que sepais lo que os admira y quiere.
    un beso muy grande para vosotro@s de Luisa

     

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