Deformando el sillin

La expedición ramafloja vuelve a los caminos. Pedaladas de libertad nos llevarán a lugares remotos de belleza singular. Con este espacio pretendemos acercar nuestro viaje a la gente de nuestro entorno a través de fotografías y textos. No pretendemos que sea un exhaustivo diario. Así pues, esperamos que disfrutéis del viaje. Larga vida al ramaflojismo

jueves, marzo 08, 2007

San Francisco. 6020m.

El paso de San Francisco es una carretera asfaltada que pasa por picos muy muy altos. Aquí está el 2º pico más alto de américa:
Para algun@s argentin@s es el Pissis (en Argentina)
Para l@s chilen@s es Ojos del Salado (entre Chile y Argentina)
Yo creo que en este caso tienen razón l@s chilen@s .

Después de cruzar a Chile, nuestra intención era atravesar una zona llena de lagunas en altura (entre picos muy muy altos) y volver a cruzar de nuevo a Argentina por el paso de Pircas Negras que también tiene en el lado Argentino unas cuantas lagunas que prometían mucho.
Hicimos acopio de comida para 15 días y nos pusimos en marcha.
Uno de los mejores puertos que hemos visto. Muy bien trazada la carretera. Sube muy poco a poco, sin grandes desniveles... Claro, que está bien hecha porque la naturaleza lo permitió.

Este trayecto lo hicimos en bici/camión/camioneta. El viento era infernal.
Llegamos arriba. Al paso. A la frontera.
No defraudó.
Paisajes increíbles. Colores… parecía que le habían dado tizas de colores a un/a niñ@ y se había puesto las botas.









Pasamos unos días agradables. Conocimos a gente curiosa. Como Carmen y Luis: geógrafos que quizá tengan la respuesta a qué monte es el más alto. Ellos iban a subir el Pissis, aunque el tiempo no se lo permitió.
Alguna gente con la que compartimos esos días.
Bueno. Pues allí decidimos que no habíamos comprado comida suficiente para los 15 días que, como mucho, nos llevaría atravesar lo que nos proponíamos.
Y le tocó a Libertad, como siempre, hacer dedo y bajar al pueblo a por más comida (200km). 6 horas hasta que pasó UN coche.
La carretera es magnífica. Buen asfalto, bien trazada… pero no tiene tráfico. De hecho, del lado chileno no está asfaltada.
Llegué al pueblo, compré, busqué alojamiento (esto fue lo más complicado), y me encontré con el tipo de la camioneta que nos subió.
Bendito Marcelo.
Ya me imaginaba yo a las 6 de la mañana saliendo a la carretera a que alguien se apiadase de mí. Marcelo me solucionó la subida.
Me le encontré con un inglés que acababa de subirse un pico. Y allí estaba: a las 11 de la noche bebiendo cerveza. Tenía 72 años.
Pues quedé con Marcelo al día siguiente, y me dejó a mi conducir su coche. Una ranchera (o pick up) 4x4. Un lujo. No conducía desde… ¡puf! 4 ó 5 meses. Y me encanta.
Pues bien. Llegué arriba y ya estábamos dispuestos a irnos, peeeero… llegó una familia con tres niños que venían a hacer montaña.


Aquí están sólo la madre y el hijo menor que por cierto es igual que el hermano de Pablo de pequeño.
Y nos entró el gusanillo.
Si el inglés se subió el pico, y ahora se lo iba a subir un niño de 12 años… ¿por qué nosotr@s no?
Pues allá que vamos.

Para ver cómo se nos daba lo de andar (por ver si no se nos había olvidado...), el día anterior nos subimos un montecillo:

Llevamos 2 ó 3 meses a más de 3000m. Estamos aclimatad@s. Tenemos material (excepto mochila). Pues podemos hacerlo.

Y lo hicimos.
¡¡¡LO HICIMOS!!!
Señores y señoras, la Expedición Ramafloja ha tocado su techo histórico.
Día 25 de Febrero, cumpleaños del Costan, 3ºC, San Francisco (Catamarca, Argentina), 6020m.
¡¡¡YUPIIII!!!

La noche anterior subimos con las burras hasta el paso (4726m) donde hay un refugio. Allí pasamos noche y conocimos a una pareja encantadora.



Este es el monte




Nos levantamos antes de que amaneciese, pero más tarde de lo previsto


Descanso en la subida (sin oxígeno...)



Reanudamos la subida (...con metano)



Paisajes durante la subida



Arriba


Yo las pasé un poco más putas que Pablo. Me agarró la puna (como dicen aquí cuando te da mal de altura) y casi no llego a la cumbre. Pero llegué.
Y content@s y requetecontent@s decidimos seguir camino.





Un infierno.
Decidimos darnos la vuelta, colgar las bicicletas y alquilar un coche para los días que nos quedaban.
Estábamos cansad@s y no nos apetecía sufrir de esa forma. El viento era el más fuerte que hemos tenido nunca. Y por supuesto en contra.
Damos ½ vuelta, viento a favor, cuesta abajo, y todo sobre ruedas.
Ahora estamos en San Juan. Hemos llegado en bus (no sin antes discutir, quejarnos, poner denuncias, poner reclamaciones…) y nos disponemos a hacer un trekking. El alquilar un coche es carísimo, y como nos gustó tanto subir el monte, hemos decidido acabar de esa forma.
Vamos a ver muchos picos muy guapos.
Ya os contaremos.
Un saludo a todo el mundo.
Volvemos en breve. Espero que tod@s tengáis un huequito para vernos alrededor del 22 de marzo.
Después toca chapar. Menuda chapa.
Tenemos ganas de volver. De ver a las familias, a l@s amig@s …

Km 3179

Hemos hecho cositas.
Desde que volvimos de chile en realidad no levantamos cabeza. La bici no la disfrutamos tantísimo como hasta ese momento. Nos entró la prisa. No nos iba a dar tiempo a hacer todo lo que queríamos y había que decidir qué dejábamos...
En bici salimos de Cachi (el pueblo donde dejamos las bicicletas para ir a Santiago) y llegamos a Cafayate. Este tramo no fue demasiado espectacular. No estuvo mal pero no fue lo que esperábamos.


A Pablo le hubiese gustado hacer un monográfico sobre campos de fútbol que hemos ido viendo a lo largo del viaje. Aquí sale el campo de fútbol más pequeño del mundo.




Quebrada de las flechas. Lo más bonito de este tramo.



Cafayate es tierra de vinos. En realidad por ahí comienzan los viñedos y no acaban por lo menos hasta Mendoza.
No hemos probado el vino todavía.
De Cafayate salimos en bici pero nos encontramos con un tipo que habíamos conocido previamente, y nos dijo que si queríamos nos acercaba a algún lado. Lo que venía eran extensiones de viñas durante decenas de km, y ya habíamos preguntado si salían buses. Le dijimos que sí.
Nos llevó hasta Santa María. De allí pensábamos pillar el bus hasta un pueblo que se llama Belén. Conocimos a dos chicas muy majas. Viajaban juntas y con otros dos chicos.
Una de ellas, con uno de los chicos, su primo, quería llegar hasta México a dedo. Su primo medía casi 2 metros y tenía rastas. Creo que no iban a tener mucho problema. Como dice él: "el problema no es el rasta, sino el tamaño del rasta"
Pues como seguimos apreciando las bicis, no cogimos ese bus. Nos levantamos a las 3 de la mañana, estuvimos a las 3,45 en la estación, llegó el bus, y como las bicis no iban bien (de pie y atadas van mejor que tumbadas y dando botes contra la rueda de repuesto), nos volvimos a la cama.
Al día siguiente hicimos dedo hasta Belén. No nos arrepentimos de hacer dedo, porque el camino era aburridísimo excepto en 10km.


Si, sí... Belén


Y de Belén fuimos a Londres.


Si, sí... Londres


En éste Londres hay unos cactus que si hierves una parte de la corteza durante unas 7 horas y luego te bebes el líquido... flipas en colores. No lo hicimos, pero conocimos a unos que lo iban a hacer y nos explicaron con detalle cómo se preparaba.
De allí, al día siguiente salimos hacia Tinogasta. Esta ruta decidimos hacerla casi que por morbo. Era por una carretera que llevaba cerrada 30 años al tráfico. No vivía nadie y no había agua.
Perfecto para la expedición ramafloja.

La alternativa para ir de Londres a Tinogasta era por una pista perfectamente asfaltada que daba un rodeo de 80kms (no son demasiados).
Tardamos tres días en recorrer los 60km que dura este camino... ¿camino? ¿dónde está el camino?


Km 3179: la E.R. pincha por 1ª, 2ª, 3ª, 4ª, 5ª, 6ª, 7ª y 8ª vez.

Pues eso. Que la pista estaba llena de cactus y pinchamos cada un@ 4 veces.
Pero fue bonito.Y llegamos a Tinogasta. De allí el camino (el actual) se divide en dos, y tienes la opción de seguir hacia el sur, o cruzar a Chile por el paso de San Francisco. Tomamos esta opción.