Deformando el sillin

La expedición ramafloja vuelve a los caminos. Pedaladas de libertad nos llevarán a lugares remotos de belleza singular. Con este espacio pretendemos acercar nuestro viaje a la gente de nuestro entorno a través de fotografías y textos. No pretendemos que sea un exhaustivo diario. Así pues, esperamos que disfrutéis del viaje. Larga vida al ramaflojismo

miércoles, enero 31, 2007

Air plus comet, nos toca los coj#n€$

Que buenos son los de Air Plus Comet. Sólo nos cobran 200 € por cabeza por el trayecto de regreso que ya habíamos pagado a los de Air Madrid.
Por supuesto, como no van a hacer negocio (demasiado) con nosotros, las cosas no pueden ser tan fáciles como simplemente pagar... necesitan uno de nuestros huevos, y la yema del otro.
Para que os hagáis una idea de su bondad, os cuento como van las cosas.
Estamos en Cachi, provincia de Salta (NO de Argentina), y el único requisito que nos piden es que arrastremos nuestros cuerpos junto con nuestros pasaportes hasta Santiago de Chile, para que en su Cuartel General paguemos los 200 centauros y nos impriman el billete NO ELECTRÓNICO. Todo un mundo de facilidades.
Son sólo 1180 km, a 100 dolores la ida y vuelta desde la cercana (160km) ciudad de Salta. Lo mejor de todo: nos dan 72 h.
Digo nos dan, pero en realidad debo decir "nos daban". El maravilloso Félix, padre de Libertad, ha conseguido arrancarles un poquito de piedad: el plazo se extiende a una semana. Claro esta que no con los gastos pagados. El pobre hombre intento la osadía de razonar con la burocracia. Quería simplemente pagar el dinero y que le diesen a él los billetes. O cualquier otra posibilidad que no pasase por que nosotr@s tuviésemos que ir hasta Santiago. No lo consiguió. Pero plasmó sus aventuras en dos crónicas sucesivas que bien se podría poner como capítulos extra en "La Ilíada".
Nos vamos a Santiago de Chile. Esperamos poder colgar fotos del último mes a la vuelta.
Hasta la vista.
Ahí van las crónicas:
...de cómo Félix intenta razonar con la burocracia.

Primero las buenas noticias: creo que va por buen camino y que no tendréis que hacer ningún circunloquio parafísico en vuestra búsqueda de una luz al final del túnel.

Perdonad si estoy un poco contagiado de las patologías mentales de los implicados en el mundo de las reservas, pero:

Esto es de locos.

Después de horas –no exagero ni un milisegundo– de tener el teléfono descolgado, en manos libres, oyendo lo de ‘todos nuestros operadores están ocupados, le rogamos que aguarde un momento, su llamada es muy importante para nosotros’, tanto en la línea de atención en español como la de atención en inglés –las fui alternando–, me presenté en el aeropuerto, pues mientras seguía investigando direcciones y otros teléfonos de Air Plus Comet y descubrí la dirección del consejo de administración, sus agencias autorizadas por todo el planeta (Tierra) y todos sus procedimientos de reserva, todo… menos un teléfono donde me atendieran.


En el aeropuerto me atendieron –tras 45’ de cola– con amabilidad, pero no podían hacer nada, pues la reserva la tenía que hacer Aerolíneas Argentinas ‘desde allá’. Afortunadamente se le escapó a la que me atendía –es un decir– que, una vez la reserva hecha, ella podía extender el billete desde Barajas… ¡albricias! Lo malo seguía siendo que el número que me daban para las reservas era el número gratuito… que sólo funciona para llamadas desde el interior de Chile.


Me fui derecho al mostrador de AENA para poner una reclamación por no ser capaces de hacer una reserva por teléfono. A más de un@, en estos días, le he soltado aquello de ‘lo de que estamos en el siglo XXI… ¿va en serio o resulta que era un rumor?’

Empecé a redactar una sesuda y clorhídrica reclamación, pero me llamó Gloria con el recado de que se me necesitaba en casa y dejé la entrega de la reclamación para mejor momento.

Una vez en casa, me he puesto a buscar teléfonos de Aerolíneas Argentinas en Chile, he llamado al de Santiago y, a la primera, me sale un mensaje de Audiotex con diez opciones, diez, de la afamada ganadería de los hablares tranquilos y sensuales de las locutoras chilenas dignas de una línea erótica un poco exagerada… pulso la opción de hablar con la telefonista y me suelta la máquina del demonio ‘La recepcionista no se encuentra…’ y me recomienza el discurso de las diez opciones, diez. Menos mal que uno tiene años de universidad y me había tomado la molestia de tomar apuntes.


Oye: si os aburre este rollo que os cuento, os aguantáis, que primero me lo he tenido que tragar yo.

Pues eso, que tirando de apuntes vi que pulsando el 8 me salía la gerencia de la Aerolínea… y allá que me metí. Y… ¡tachíiiiinnnn! –acompañamiento de pífanos y timbales– por primera vez en esta era de máquinas sofisticadas y telefonistas extracomunitari@s , me atendió una persona amable, profesional y dispuesta a solucionar mis problemas.

Fue una experiencia inolvidable: en un minuto me había empezado a tomar nota de mis necesidades, me había sugerido que lo resolviera llamando al teléfono de Aerolíneas Argentinas de Madrid, me dio el teléfono, me dio un segundo teléfono
por si lo necesitaba y, como lo bueno dura poco, nos despedimos y colgamos.

Lo bueno dura poco, insisto, por lo que en cuanto me puse a marcar el primer número reconocí el que llevo días marcando obsesivamente con resultados alienantes… menos mal que el segundo sí que funcionaba.

Es un decir, porque tuve que llamar tres veces y, en una de ellas esperar un buen rato porque a la operadora no le funcionaba el ordenador, luego que si me pasaba a un compañero y… ahí se cortó.


Bueno, resumiendo –es un sarcasmo, ya lo sé–, a la tercera vez que llamé a ese número, me atendió alguien que me hizo preguntas, anotó las contestaciones y me dio el ansiado, esperado, valorado anhelado y ponderado número de reserva:


HJPAPC

Mañana me acercaré al aeropuerto, sacaré los billetes, los guardaré en la caja fuerte de la oficina y me iré de juerga a celebrarlo.


Tengo un amigo en Santiago de Chile al que puedo hacer llegar los billetes.


El vuelo será el de Air Plus Comet nº XXX del día XX de marzo de 2007, a las 13:00, desde el aeropuerto de Santiago –de Chile, no os liéis con el de Compostela– con llegada a Barajas el XX de marzo de 2007 a las 6:55 –espero que tengáis paciencia hasta que lleguemos, después de levantarnos a una hora civilizada y desayunar–

Añado las oficinas de Aerolíneas Argentinas en Chile y, como de costumbre, los datos de vuestra reserva original y tal y tal y tal.

Bueno, ya os dejo en paz.

Besos a puñados.

Félix


...de cómo Félix consigue arrancar 7 días de piedad a la burocracia.

Los culebrones sudamericanos suelen suceder en granjas, ranchos, barrios conflictivos y palacetes de ricachones, ¿Sabéis por qué?

Respuesta: porque si sucediera en un aeropuerto sería un argumento excesivamente complicado y difícil de seguir.

Un ejemplo: entre el mostrador de Air Plus Comet y el de Aerolíneas Argentinas hay 230 pasos. Lo sé porque la vía de comunicación más rápida y de mayor capacidad disponible son unos zapatos marrones de talla 43 –no consta la marca–. Y como yo soy el único usuario autorizado a la utilización de ese medio de transporte me he tenido que hacer ese paseo en seis ocasiones este mediodía.

Lo que ayer era una reserva sin problemas, no se encontraba hoy al preguntar a los ordenadores por ella. Un par de paseos después se encuentra, pero traduciéndolo a código Amadeus y después de resolver que el apellido de Libertad es con B y no con V y que el 2º de Pablo es todo junto, no separado en dos –incidentalmente, eso fue demasiado complicado de entender y quedó como ‘SANTA MARIA’ en lugar de ‘Santamaría’–.

Y cuando estaba el billete a un clic –literalmente– de imprimirse… se dan cuenta de que no tiene introducida la tarifa. Vuelta a pasear de un lado a otro hasta llegar a la conclusión de que tengo que ir otra vez a Aerolíneas Argentinas a que lo introduzcan peeeero… entonces se dan cuenta de que no soy el viajero –la educada señorita que me atendía hasta ese momento se había ido a comer y su sucesora no había estudiado en el mismo sitio– por lo que se agarró como a un clavo ardiendo a que no tenía por qué hablar con nadie que no fuera el propio pasajero.

De nada sirvió recordarle que es un derecho legal de cualquier persona el ser representada por alguien a su conveniencia –de eso viven los abogados–. Me terminó diciendo que ella era una mandada y que no podía contestarme nada, que hablara con Air Plus Comet. Yo miré, con la adecuada cara de asombro, el colorido cartel que presidía el mostrador y le dije ‘¿No estoy hablando con Air Plus Comet?’. Pues resulta que no, que esa persona no representaba a la compañía, que nadie en el aeropuerto la representaba y que ellos no eran Air Madrid –ni son Lufthansa, eso sí que lo sabía yo–.

Terminé yéndome a las oficinas del consejo de administración de Air Plus Comet –después de presentar una reclamación en AENA– para descubrir que una empleada me insinuaba que si podía hablar directamente con la mafia lo hiciera, para ahorrarme intermediarios, mientras que la de recepción me descubre el penúltimo de los arcanos: la solución era ir a las oficinas de Aerolíneas Argentinas en Príncipe de Vergara 128, que era el único sitio habilitado para emitir los billetes… pero que cerraban en 45’… y yo en Barajas-pueblo.

Llegué, atascos y problemas de aparcamiento aparte. Llegué en 18’.

Y aquello era Aerolíneas Argentinas, lo cual quiere decir que todo eran facilidades y buenos modales.

Peeeero… cuando de nuevo estábamos a un clic de imprimir… resulta que el filtro del billete –lo que define en qué parte del papel se pone cada dato del registro informático– no estaba preparado para los billetes de Santiago de Chile hacia Madrid…

Llamadas al departamento correspondiente –call centre, informática, procedimientos, organización…– contestan que ese filtro sólo se carga en los ordenadores de Santiago de Chile, para que no se impriman los billetes en los sitios que no deben.

Sin comentarios, que estoy escribiendo en español-sin-tacos.

Me vuelvo a la oficina, trabajo un ratillo, me vuelvo a casa, hablo con unos colegas de Santiago de Chile por si podían ellos representaros en lugar de hacerlo yo, con la evidente ventaja de, ellos, hacerlo allende los mares; por supuesto, como no son de Air Plus Comet todo son facilidades y me contestan que encantados y que están a lo que les digamos.

Peeeroo… cuando llamo de nuevo a Aerolíneas Argentinas en Santiago de Chile para ver si lo pueden pagar en pesos chilenos me terminan de rematar con el mensaje de que tienen instrucciones explícitas y terminantes de no admitir ningún tipo de representación.

La invocación de principios legales inalienables conculcados con su cerril actitud fue inútil: tenéis que ir vosotros a Santiago de Chile si queréis un par de billetes. Ahí acaba la historia.

Las empleadas de Aerolíneas Argentinas, apiadados de mi contrita actitud, me han prolongado la reserva hasta el 9 de febrero… es lo más que he podido cosechar hoy.

Saludos

Lo-que-queda-de-Félix.

jueves, enero 11, 2007

Novedades

Tiempo ha que no escribimos…
Pero estamos bien. Estamos disfrutando.
Después del episodio del granizo pasamos unos días un poco tocadillos. Un poco deprimidillos en ese sentido. No nos apetecía seguir de esa manera. No habíamos venido a mojarnos, a no ver paisajes,…
Decidimos seguir adelante hacia el lago Titicaca, y de ahí a La Paz (capital de Bolivia) a ver que pasaba.
Los días por el Titicaca estuvieron bien. El tiempo resulto ser excelente para lo que esperábamos. Pero no fue lo idílico que se espera de este lago.
Cuando vas en bici ves TODO el paisaje.

No hay opción a quedarte dormid@ un tramo del camino, o que no te haya tocado ventanilla,… Ves todo. Y además, lo asimilas poco a poco. No puedes hacer más de unos 100 Km al día por lo que grabas en la retina todo lo que pasa por ella.
Con estas bases… el lago era un lago rodeado de montañas no muy altas, y con casas (para nosotr@s pintorescas), cultivos y ganado alrededor. Pero nada diferente a lo que puedes ver en otros lados (eso sí, esos sitios son menos turísticos).
Aún así hubo momentos muy muy bonitos…

Por cierto… sobre la gente… Nos ha decepcionado mucho…
La hospitalidad deja mucho que desear. Quieren dinero por todo. Si te encuentras mal, paga. Si quieres pollo, paga más caro. Si quieres hacer foto al paisaje y pilla un burro en la mitad, paga al dueño…
Un poco desencantad@s de la gente. Por supuesto nos hemos encontrado con muy buenas personas, pero desgraciadamente eran l@s menos.
Y no conseguimos entendernos con nadie. Hablamos el mismo idioma pero… no se que pasa. Hay dos tipos de gente… l@s que las pillan al vuelo y l@s que no. Y aquí hay mucha gente del segundo grupo… Y tendrá que ver con la educación en parte… pero en otra parte no.
Por ejemplo:
- ¿Cómo es la carretera de aquí al siguiente pueblo? ¿Es plana o sube, o baja…? ¿Cómo es?
- Si, si… por ahí.
- Ya, ¿pero sube?
- Sí
- ¿Y baja?
- Sí
- ¿Pero es plana?
- Sí
- Venga gracias… hasta luego.
Eso no es cuestión de haber recibido más o menos lecciones de matemáticas ni de ser bilingüe ni de ser ric@ o pobre…
En fin…
A otra cosa mariposa…
No quería infravalorar el Titicaca. Es un lago precioso en un entorno muy bonito… como todo lo anterior y lo siguiente.
De allí en un día nos plantamos en La Paz. Esa ciudad sí que tiene un enclave guapo. Vienes desde un pueblo asquerosamente lleno de gente y de tráfico (El Alto), pasas un peaje y… empiezas a bajar por las paredes de una olla gigante llena de casas. No se si las fotos consiguen mostrar lo que es.
Cruzando la frontera:
Cenando en el mercado de Copacabana
Copacabana:
El bus cruzando el charco:
Boda indígena
La Paz

¿Qué le pasa a Libertad?





Gugui: ¡¡¡Yogur líquido de 2 litros!!!

(y de varios sabores)


señales, carteles y pintadas








Creemos que aqui pone: Miriam Villca Sidosa prostituta chancha (que significa cerda)